Roberto Geleoni ha sido uno de los
científicos más reconocidos de la Argentina. Profesor emérito en grandes
universidades del mundo, se ha destacado en campos como la física cuántica, la
matemática aplicada, la medicina forense, el periodismo de investigación y la
ingeniería biomolecular. De su legado, ha quedado poco. Muchas hipótesis se han
barajado respecto de ello. Pero lo cierto es que un gran obstáculo ha acompañado hasta su muerte a nuestro eximio erudito. Su esposa, su gran amor, su consorte
incondicional tenía la particularidad de interrumpir a su marido en los momentos
más inoportunos. En las clases magistrales de Geleoni, los congresos e,
incluso, en las reuniones secretas que mantenía con los servicios de
inteligencia de los Estados Unidos, la Unión Soviética e Israel, la señora se
aparecía de un modo repentino con preguntas e intervenciones hacia su marido un
tanto descolocadas. No quedaban dudas de que eso dejaba boquiabierto al
entorno, pero con el paso del tiempo comenzó a ser tomado de modo natural. Incluso,
a soportarse esa voz chillona, aguda y alborotada que solía solapar el susurro
suave y delicado del científico. Quizá por ello es que se tornó dificultoso
lograr registrar los logros del tan entrañable Geleoni. Para nuestra suerte y,
probablemente, para muchos hemos hallado una entrevista realizada poco antes de
su fallecimiento. La misma fue grabada por el periodista especializado en
crítica científica, Eduardo Passttarricchia y transcripta a un papel por un
ignoto desconocedor del tema. La presentamos a continuación.
Passttarricchia: Ante todo le quiero
agradecer que me haya abierto las puertas de su casa para realizar esta
entrevista que, le confieso, me enorgullece hacer.
Geleoni: Por favor, el gusto es mío
y es un honor también tenerlo aquí para poder trasmitirle todo lo que usted
necesite.
Passttarricchia: Quería comenzar preguntándole
sobre sus inicios. ¿Cuándo es que se le despertó este interés por el
conocimiento en general?
Geleoni: Bien….fue hace mucho. Tanto
tiempo que ya ni lo recuerdo. Era muy niño y mi madre, una mujer muy cálida y
reflexiva, pudo apreciar que desde muy temprano yo tenía ciertos intereses o
fascinaciones por algunas temáticas, materias e, incluso, cosas que no eran
comunes para mi edad.
Passttarricchia: ¿Recuerda cuáles?
Geleoni: Te hice la lista:
lavandina, bolsas, poett, leche en polvo, vainillas, bizcochitos de grasa, yerba,
crema para manos, ananá….
Passttarricchia: Sé que se recibió
joven de su primera carrera, si mal no recuerdo a los 16 años, ¿no es así?
Geleoni: …. no, manzana.
Passttarricchia: Me gustaría que me
cuente ahora sobre sus hallazgos científicos. ¿Es cierto que inventó un dispositivo
renal que puede ser directamente introducido adentro del cuerpo?
Geleoni: ¡No! Lo que le tenés que
meter son ladrillos refractarios….
Passttarricchia: ¿Y por qué su inclinación
por los enfermos terminales?
Geleoni: …. para que no quemen.
¿Entendés? Si no se caen los riñoncitos al piso y es un enchastre.
Passttarricchia: Usted logró
detectar una enzima que ayuda a la regeneración del cabello, ¿no es así?
Geleoni: ¡Te dije que encima no! Y
la crema va después.
Passttarricchia: Siempre tuve la
siguiente duda. ¿Qué es exactamente lo
que permite tirar el sistema del catéter intravenoso utilizado para los climas
calurosos?
Geleoni: ¡Ay! ¡La cadena!
Passttarricchia: Claro, ahora lo
entiendo. Es muy interesante. ¿Y logró suspenderse en el aire?
Geleoni: ¡No! ¡Quedó todo flotando en
el inodoro!
Passttarricchia: Sí, me imaginé. ¿Tiene
pensado hacer una conferencia en algún otro país en estos meses?
Geleoni: Me voy a lo de Dora….
Passttarricchia: Excelente lugar. Casualmente
yo estaré la semana entrante por allá cubriendo unas notas sobre ciencia en la
vida animal. Si necesita algo, me avisa.
Geleoni: ….dale de comer a pompita. Y
apagá el calefón.
Passttarricchia: jajajaj Lo haré. Es
usted muy simpático.
Geleoni: Chau. Compré un camisolín
nuevo. Cuando vuelva….mmmmmm
Passttarricchia: ¡Encantado!
Bueno, a Bertrand Russell le cancelaron una clase porque su joven mujer, sentada en el fondo, hacia mucho ruido con las agujas de tejer. La ficcion supera a la realidad! ;-)
ResponderEliminarMuy bien!
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